Parece ser que se hizo muy amigo de Fluvi y no dudó en dejar a sus amiguitos para seguir sus pasos. Insistió tanto que lo dejé pasar y se instaló en casa. ¡Se ven tan compenetrados!
La verdad es que al gatito le hacía falta un amigo porque últimamente andaba con "muy malas pulgas", fijaos bien: